¡Hola, amigos! ¡Hoy nos encontramos otra vez!
Para entrar en calor, leímos un fragmento de un texto de Pescetti, "El poder de leer". Aquí lo comparto:
El poder de
escribir
Quienes conocen un
lápiz saben que es parecido a una varita mágica, una batuta de director de
orquesta y con la forma de un pararrayos, aunque más pequeño.
Es una herramienta poderosa, como las espadas de Guerra de las Galaxias, pero
sin luz, y sin hacer daño; pero es poderosa.
Podría decirles que pueden contar lo que quieran, pero eso no ayuda, voy a dar
ejemplos.
Con un lápiz se puede contar nuestra vida, igual a cómo es; o contarla tal como
nos gustaría que fuera. Se pueden contar historias que vivimos y que nos
gustaron mucho, o que no nos gustaron nada: contarlas para no sentirnos solos
con eso que vivimos.
[Se puede contar historias que vivieron otras personas que conocemos. Contarlas
tal cual, como sucedieron, o cambiarlas a nuestro gusto. ]
Se puede inventar
una historia que parezca real. Se puede inventar una donde todo es mágico y
ocurren los fenómenos más imposibles.
Luego nos asomamos a la murga uruguaya, esa expresión popular de potencia incomparable.
Escuchamos fragmentos de un espectáculo de la murga Agarrate Catalina llamado "Gente común".
Buscamos germen, semilla, raíz en esta "Retirada" :
Retirada
Como retazos,
las horas de las vidas más comunes de
todas.
Hay dos que se aman en secreto y a
escondidas.
Son dos que no tienen tiempo, ni
fotos,
ni tardecitas juntos.
Ni siquiera planes pueden tener.
Sus caricias son desesperadas como
las primeras y tristes como las últimas.
Hoy, sin embargo, no se abrazan.
Él no puede elegirla.
Ella llora y nadie nunca lo sabe.
Es domingo de
tarde, la muchacha le cuenta algo a su abuelo, se agacha, le dice que lo
extraña, deja las flores contra el mármol y se va, sola.
El tipo en el bar
se hunde en la botella más barata que encontró. La botella quita-pena guarda un
mar furioso que lo arrasa.Siempre la misma mesa del mismo bar. Nadie conoce su
nombre.
El muchacho hace rato que espera
“No va a venir, no va a venir”,
piensa
Un minuto después ella entra:
sonrisa como el mar y una trenza.
Está preciosa.
Último llamado: junta fuerzas, carga maletas, deja abrazos.
Cada vez le cuesta más volver a irse.
La película continua de sus últimos tres años de su vida: la inmensa pequeñez de su cuarto, la pared, las marcas en la pared, el tacho, el par de fotos permitidas, la reja gobernándolo todo, la ventana minúscula allá arriba y el sol, como siempre, irremediablemente afuera.
“Mañana viene mi
vieja a la visita, piensa”. Se pone a cantar bajito.
.
Las horas de las vidas más comunes,
su suerte en el guión universal
Historias incendiándose en el aire
Postales que no muestra la ciudad
Alguien ríe.
Alguien lloró
Alguien canta.
Alguien amó.
Minuto de una vida entre otras vidas
Un hombre viejo mira un funeral.
Una muchacha ríe en la placita.
Una familia aguanta un temporal
Alguien ríe
Alguien lloró.
Alguien canta
Alguien amó.
Bajo el parral,
mesa larga y festejo.
Años después
alguien vuelve de lejos.
Todo el destierro, el exilo, el dolor,
derrotados en una canción.
Toda la nieve de su corazón
derrotada una tarde de sol.
VUELTA AL SOL a zurcir los retazos.
VUELTA AL SOL se completa el abrazo.
Alguien en mitad del mar
ganó su pan,
juntó la red.
Rezo y dos besos de alcohol,
Le pide al mar volver.
Sola entre las luces
mira hacia atrás.
Lleva pocas horas
en la ciudad.
Su niñez,
su mamá,
el olor del hogar,
su niñez
ya no está,
muere en la terminal.
Nadie los vio,
en su secreto,
en su rincón.
Último beso.
Chau, adiós.
Lluvia de sal.
Ya no son dos
contra el destiempo.
Negro licor.
El desencuentro.
Chau, adiós.
Mares de sal.
El pool de un bar.
Dos buenos tipos
Salvan su amistad.
El pool de un bar.
Abrazo inmenso
Y otra vuelta más.
Al piso dos de un
hospital.
Vuelve a subir,
Sale a fumar,
Ríe al llorar,
Llora al reir,
Corre a contar:
Tiene mi niño
Tanta luz,
Parte los clavos de mi cruz.
Una mujer en el
pretil,
Plomo el cielo gris,
Piensa en morir,
Vuelve a elegir
Otra vez vivir.
Cada vida,
Cada historia,
Farolitos en la oscuridad
Desafiando la avalancha
Despiadada de nuestra
Brutal velocidad.
Todos los reyes del
mundo todos los mendigos
Cargan los mismos demonios,
El mismo dolor.
Cuatro payasos
borrachos
Llorando en la fiesta.
Lagrima azul de una orquesta
De gente común.
Tropel de simples
mortales tras una esperanza,
Aves de paso pintadas en un pizarrón.
Todos llegamos al
mundo en la luz de una panza
Y nos iremos un día en un simple cajón.
Mi canción
de arlequín,
un vulgar berretín .
Esta breve eternidad
ya llego a su fin,
y mi vida que se va
pide más piolín.
Mi canción (de clavos y tablón, )
De arlequín, (de grapa y de jazmín)
Un vulgar berretín. (es solo un berretín)
Esta breve eternidad
ya llego a su fin,
y mi vida que se va
pide más piolín.
Adiós, adiós, adiós, adiós, adiós, adiós, adiós, adiós
Carnaval.
Y haciendo pie, nos expandimos de este modo:
"Primeras horas de lo que hace años tenía como un futuro lejano, muy lejano. Hoy estoy en ese futuro, mi presente. Lo hice realidad. Aunque duela dejar todo aquello atrás. Esto era lo que soñaba, poder mudarme a la ciudad, poder estudiar lo que siempre quise y elegir sobre aquel futuro, futuro que hoy es presente, y presente del cual estoy orgullosa.
¡Mirame, yo de 10 años! ¡Lo logramos!
Espero que aquella perseverancia que te caracterizaba no te abandone, aunque ya no sea lo mismo. Un poco la extraño.
Tantas historias hemos de escribir e imaginar, como si tuvieras unas mil
opciones para elegir.
En mi vida he elegido el camino por el cual pasar por muchas vidas en
una sola, te preguntarás cómo es eso posible, pues pescador que pueda elegir el
pez que yo quiera, no soy. Pero aún así, en mi efímera vida, he elegido el camino
de no pasar esta vida sino de pasar las otras múltiples vidas, sin mezclar ninguna.
. .¡Qué imposible!
Es algo que a lo primero no se entiende, pero si te metes en un mar abierto
con un pequeño bote, pero con una gran red, ten por seguro que vas a cazar peces
de todo tipo: cuidado, que por ahí también cazas uno grande.
Pues a mí la luz me guía y me abre a cielos las nubes, pues oscuridad
soy buscando luz y por ahí tal vez me encuentran. Te diría adiós y chau, pero
no puedo, porque en la siguiente vida que forme, la volverás a leer. Pues yo soy
palabra y letra y tú eres voz elocuente. Tengo una sola vida pero escribo por
mil.
Dejo mi firma plantada en este texto, dejo mi nombre y mi título, pues
yo sé que tarde o temprano me volverás a buscar y querrás leer esto de vuelta.
Pues tú sabes muy bien que sólo tienes una vida, pero te inventas cinco más cuando nadie te ve.
Pues tú, que cargas el mismo dolor, sabes muy bien que la vida que tú
decides es más hermosa que la vida que te tocó.
Sé que es vulgar y no tiene nada raro, pero yo vengo aquí a firmarlo y a
decir que es verdad, todos hacemos eso de tener una vida, pero vivir
como mil.
Tú, ellos y nosotros sabemos que en un día podemos vivir tres vidas en vez
de una.
Florencia
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