Buenas tardes, ¿cómo están? Hoy volvemos a encontrarnos y como empezamos a vernos en las clases virtuales obligatorias, espero que a muchos chicos y chicas más les hayan dado ganas de pasar por acá.
A los que se sumaron al taller por primera vez, les cuento que en nuestro encuentro pasado empezamos a leer un libro, porque sí, porque me gusta y quería compartirlo con ustedes. Para que no tengan que ir a buscarlo más abajo, voy a postear otra vez los link para que puedan ver el video del capítulo 1 quienes no lo vieron. Está dividido en dos partes, porque pesa mucho.
https://drive.google.com/file/d/18QbixtZjOHWxZ-ceBeYUyENuP6926Y8s/view?usp=sharing
Y aquí sigue:
https://drive.google.com/file/d/18MPoaIbYI5rpl2gQuMgCUaUpSRcwsPlf/view?usp=sharing
Mientras piensan y deciden, ¿quiéren escuchar otro capítulo? En este enlace pueden escuchar el audio:
Bueno, ahora viene nuestra propuesta para este taller.
Seguramente, muchos de ustedes tienen o han tenido mascotas en su casa.
Este es mi perro Bachicha. Sí, como la canción de María Elena Walsh:
Seguramente, muchos de ustedes tienen o han tenido mascotas en su casa.
Este es mi perro Bachicha. Sí, como la canción de María Elena Walsh:
“Perro salchicha,
gordo bachicha
toma solcito a la orilla del mar”…
Podría escribir un libro entero sobre Bachicha, pese a que
hace apenas dos años que lo conozco. Y no tiene dos años, no. Ni siquiera
sabemos cuántos años tiene: un veterinario anotó cinco, otro ocho. Es un
misterio.
Es que Bachicha llegó a nosotros por tren: venía viajando
quién sabe de dónde y buscaba amor desesperadamente. Tenía una especie de tumor
enorme que deformaba su espalda. Y para no hacer larga la historia, solo diré
que este verano lo bautizamos SUPER BACHICHA (aunque aún no cumplí mi promesa
de hacerle su capa de superhéroe). Es que en los dos años y algo que
compartimos, venció tres veces a la muerte, se perdió dos veces y este verano… APRENDIÓ
A VOLAR. Pero bueno, ese es... un capítulo aparte.
En este encierro obligado que compartimos, a veces me parece
que está muy contento: está siempre acompañado y nunca le faltan caricias, que
son su razón de ser en este mundo.
Pero otras veces me demuestra que estar solo un rato es algo
que extraña MUCHO, como todos nosotros, porque apenas salgo a hacer una compra, aprovecha para hacer alguna de sus travesuras habituales (visitar el tacho de
los residuos es un hábito pernicioso difícil de abandonar: estamos ocupados en
la búsqueda de un grupo de autoayuda para este problemita, algo así como ABA -Adictos a la Basura Anónimos-. Pero no,
no lo encontramos. Si ustedes conocen, me avisan, por favor).
¿Ustedes tienen mascotas? ¿Les parece que cambiaron su
comportamiento en este tiempo de aislamiento social obligatorio? ¿Qué creen que
su mascota les diría si pudiera hablar?
A mí me encantaría escuchar / leer lo que tienen para decir.
Si se animan, recuerden que recibo los escritos en :
(Si quieren para la próxima, les cuento lo que piensa
Bachicha).
En la biblioteca:
Si quieren leer otro
ejemplo, un autor británico llamado Saki (que en realidad es el seudónimo
literario de Hector Hugh Munro) escribió en 1911 un cuento sobre un gato
llamado Tobermory, al que un científico enseña a hablar. Todo parece
encantador, hasta que el grupo de amigos que se hospeda en casa de la dueña del
gato descubre que Tobermory sabe mucho… tal vez demasiado… y que está dispuesto
a contarlo a quien le pregunte. Un relato imperdible, lleno de humor e ironía. ¡Que lo disfruten!
Para leer Tobermory, de Saki
https://drive.google.com/file/d/1QUj_rgzB0MWE92RQsNIynhHGuL4WBLBx/view?usp=sharing
A esta altura, ya deben saber que el libro que estamos leyendo se llama Aventuras y desventuras de Casiperro de Hambre. Y su autora es ella, Graciela Montes:
Quizás sus hermanos o sus primitos pequeños están por allí, cerca, y tienen ganas de compartir un cuento con ellos. ¡Estos dos cuentos de esta misma autora son preciosos!
Clarita se volvió invisible:
Clarita se volvió invisible:
No olviden enviar lo que escriban (muero por leer lo que piensan sus mascotas). Pero también sus pedidos de lo que les gustaría leer, o que les lean, lo que quisieran escribir o hacer. Todo a la dirección profines14@gmail.com
¡Nos vemos la próxima!
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